Un estudio publicado en la revista Current Biology ofrece la primera descripción completa de este cetáceo, del que solo se tenía constancia a través de unos cuantos huesos de tres cráneos.
El hallazgo supone la primera evidencia de que este habitante de los océanos "sigue vivo". "Es la primera vez que podemos observar a esta ballena de más de cinco metros de longitud, y somos afortunados de haber hallado dos ejemplares", ha afirmado Rochelle Constantine, investigadora de la Universidad de Auckland y coautora del trabajo.
Los cetáceos fueron descubiertos en la playa Opape Beach, en NuevaZelanda, poco antes de fallecer. Al principio fueron identificados como miembros de la especie de ballena picuda de Gray, mucho más común. Poco después, los análisis de su ADN desvelaron su identidad real.
Los investigadores desconocen por qué estos animales son tan esquivos, aunque sugieren que podría deberse a que viven y mueren en las profundidades del océano, y muy rara vez se aproximan a la costa. Calamares y otros animales del fondo oceánico sirven de alimento a esta especie de cetáceo de la familia Ziphiidae (nombre que significa "ballena nariz de espada").
"Este hallazgo deja patente que hay mucha vida marina que desconocemos", subraya Constantine.
Revista Muy interesante
Desde mi punto de vista es un hallazgo bastante importante, ya que no encontramos ante el descubrimiento de un nuevo animal marino.Estoy totalmente de acuerdo con la afirmación de Constantine, ya que el mar no lo conocemos del todo y tiene mucho por descubrir.
Mari Paz Vázquez Aroca 4ºB
No hay comentarios:
Publicar un comentario